Alivios...

Tenía razón Juan, uno de los personajes que aparecía en una de las grabaciones que nos puso Maxi en el Curso de la Obra Social La Caixa, Un Cuidador. Dos vidas.
Me siento mejor al escribir este blog, aunque a mí no a veces no me sirva de ayuda, siempre me puedo imaginar que a alguien le va a quitar algo de angustia o, por lo menos, no se va a encontrar tan perdido como yo cuando me encontré en esta nueva etapa de mi vida.

Acabas viendo que siempre es lo mismo, que los consejos, cuarta más o menos, vienen a ser parecidos. Es fácil leer y aprenderse la teoría pero... ¿y la práctica? ¿cómo me muerdo la lengua cada vez que vuelvo a casa y me encuentro con alguna "falcatruada" nueva? ¡Estamos viviendo la etapa más fastidiada! pero ¡me da miedo salir de ella!

¡El niño no anda! ¡El niño no anda!... ¡Niño estate quieto!
¡El niño no habla! ¡El niño no habla!... ¡Calla, niño!

Vamos hacia atrás, ahora la niña hace travesuras y dice mentiras ¿qué nos esperará mañana?

La suerte es que olvida mis "genios" y vuelve a sonreir cuando, después de haber salido de la habitación, vuelvo a entrar y le digo ¡Hola, mi guapa! Todo está arreglado, como cuando me hacía daño y ella me abrazaba diciéndome que no pasaba nada... ¡ya no me dolía!

El mirar las fotos antiguas con ella y te dice: ¡Qué feliz fui! ¿Verdad?... ¡Claro que fuiste feliz! y nos hiciste feliz a los demás, lo mismo servías para un roto que para un descosido. Me acuerdo de tus inseguridades y cuando nos descubrimos como compañeras ¡mi amiga! porque, he de confesar que tuve unos padres que no me los merecí. Padres al principio, compañeros de camino después y, aunque él se fue demasiado pronto, su ejemplo y su buen hacer sigue a mi lado en todo momento. Ahora me alegro de que no esté ¡sufriría demasiado! Pero ¡aquí nos dejó! para seguir tirando nosotros del carro, como hicieron ellos mientras éramos pequeños. La creatividad y el hacerlo todo sin casi nada ¡fue una buena herencia!... ¡y sin pagar derechos reales!

Aunque este texto es un "remexido" de emociones ¡es cierto que el escribirlo alivia!

Bueno, si me leíste ¡gracias por haberlo hecho! y si pasaste de hacerlo... ¡de buena te has librado!

Abrazos apretados.