domingo, 22 de noviembre de 2009

Las duchas...

Hace tiempo que, en casa, nos planteamos la adquisición o no de aparatos facilitadores. La duda venía del ¿nos haremos más dependientes si los metemos en nuestras vidas?

Algunos entraron por comodidad (pastillero) o tranquilidad (localizador) pero cuando se nos planteó el acceso al baño: todavía puede levantar la pierna, con apoyo (en casa tenemos bañera) pero la dificultad está una vez dentro: no es capaz de sentarse dentro y la estabilidad "se le supone".
Habíamos visto, y probado, la silla giratoria en la Exposición "Gente de mente" de AFACO pero... ¿no nos haríamos más cómodos? La solución llegó en un "Todo a cien". Una banqueta de plástico ligera, escurrible, manejable... se mete dentro de la bañera y ella se sienta. La ducha transcurre con tranquilidad y placidez. Cuando toca salir, la banqueta se sacude y se coloca fuera, sobre una toalla y ¡listo!
La solución no llegó a 6 euros y ¡no somos enfermos! sólo utilizamos algo normal...

1 comentario:

  1. felicitaciones por este blog para difundir sus dolorosas experiencias y luchar mejor contra este flagelo. Desde Argentina tambien intento, como arquitecto, concientizar sobre los problemas en la 3a edad, y la necesidad de anticiparnos para prolongar la calidad de vida, a traves de mi pagina www.viviendaterceraedad.blogspot.com
    Saludos

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¡Gracias por tu comentario! Seguro que me hace mejorar... ¿o no?